Este es un libro fotográfico, creado por Ana Álvarez-Ecarralde, a las que algunas conoceréis por las fotos que se hizo después de parir a su bebé, con el cordón todavía sin cortar, unido a la placenta. Colabora la Asociación El parto es nuestro, en forma de mujeres que prestaron sus cuerpos y sus testimonios tras haber sufrido su cesárea. El propósito: Mostrar una herida física y emocional y denunciar la cantidad de cesáreas injustificadas que millones de mujeres sufren a diario en nuestro medio.
La cesárea es uno de los grandes avances de nuestro tiempo, y ha salvado millones de vidas desde que se practica con seguridad. Pero se ha convertido en una vía de terminación del parto demasiado utilizada en nuestro país, donde casi una de cada cuatro mujeres (de media, ya que en la medicina privada este porcentaje se dispara aún más) la sufren alguna vez en su vida, lejos de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (10-15 % de los partos, como máximo).
Además, cuando una mujer sufre una cesárea, a menudo se queda con un doble sentimiento, del que nadie habla: el sentimiento de culpa, por no haber podido, y el sentimiento de que ha perdido su soñado parto. Esto genera una vorágine emocional, que se añade al postparto, y que rara vez es comprendido por la gente que le rodea, que lo mejor que pueden, intentan consolarla con frases como: "lo importante es que tu bebé y tú estáis bien". Pero eso no la consuela. Necesitamos escuchar de verdad a estas mamás, permitirles que lloren lo que perdieron, y así favorecer la verdadera cura de esa herida emocional. Puede surgir rabia, miedo por los siguientes partos, sensación de no poder, que puede manifestarse como un problema en la lactancia (leche insuficiente....).
¿Y el bebé? Pues para el bebé la cesárea, desde luego, no es la mejor opción para nacer. Aunque sea necesaria, necesitará probablemente, una buena ración de contacto adicional para ayudarle a recuperarse y a ver que está en "su" sitio, con su madre. Eso por no hablar de que muchas veces, con la excusa de la cesárea se separa al bebé de su madre por protocolo. Esto, además de innecesario, es perjudicial para ambos: dificulta la formación del vínculo, el inicio temprano de la lactancia materna y la lactancia en sí. Así que, si tiene que ser cesárea, intenta que no os separen.
Si has sufrido una cesárea y sientes que necesitas ayuda, acude al grupo. Te sentirás comprendida y encontrarás mujeres que han pasado por eso. En internet, también hay recursos: El parto es nuestro, apoyocesáreas y el blog de El parto es nuestro, entre otros.
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